Junts ataca al Rey mientras Sánchez ruega su apoyo: «No ha roto el cordón umbilical con la dictadura»
Pedro Sánchez quiere presentarse ante el Rey con el apoyo de un partido que ataca a la Monarquía
Puigdemont advierte al PSOE: «Se acercan días decisivos, crece el nerviosismo y sube la subasta»
Sánchez encarga un informe jurídico para encajar la amnistía que le exige Puigdemont
Pedro Sánchez aspira a acudir a Zarzuela, en la ronda de consultas de Felipe VI, ya con los apoyos cerrados para una hipotética investidura. Esos apoyos pasan inevitablemente por Junts, partido cuyo voto es determinante para que el socialista pueda mantenerse en La Moncloa y que en sobradas ocasiones ha mostrado su rechazo a la Corona. Y lo hace en el documento que guía toda su estrategia, su ponencia política, plenamente vigente, y que ataca explícitamente a «la Monarquía corrupta que ha sido incapaz de romper el cordón umbilical que le une irreversiblemente con la dictadura».
«Es básico visualizar el rol del PSOE en la legitimación de estructuras como la Monarquía», añaden los de Puigdemont, mostrando así su rechazo a un Gobierno presidido por los socialistas, al que acusan de «mantener la represión a pesar de las apariencias»: «Es fundamental explicar que un gobierno del PSOE y Podemos no es ninguna solución para Cataluña y que nuestros derechos como pueblo siguen siendo violentados tanto como con los gobiernos del PP».
Contra el Estado español
Sánchez deposita la gobernabilidad en un partido que acumula ataques hacia el Estado: «Ha ido deteriorando su reputación internacional y acumulando crisis internas de difícil resolución: una cúpula judicial de mentalidad autoritaria; un Ejército que nunca ha roto con la cultura política franquista; unas élites económicas que han ido vaciando la riqueza de las regiones españolas en favor de la capital del Reino, y una Monarquía corrupta».
Opinan que «España ha conculcado los derechos y libertades fundamentales», que «el Estado español es un obstáculo para el progreso colectivo», o que ha sido «profundamente hostil» contra Cataluña. «Si el Estado español decidió unilateralmente dejar de ser el Estado de los catalanes, tenemos el derecho y el deber de conseguir un Estado propio», subraya el partido al que Sánchez encumbra como futuro socio.
Con esos mimbres, el PSOE apura a la desesperada las negociaciones para la Mesa del Congreso, que se constituirá este mismo jueves. Junts ha llevado al límite la decisión sobre el sentido de su voto y ha convocado una reunión de su Ejecutiva este mismo jueves a las 8 de la mañana, es decir, dos horas antes de que arranque la sesión parlamentaria. Todas las posibilidades siguen abiertas, sobre todo por la evidente división en el seno del partido separatista entre el sector más duro -liderado por el propio Puigdemont y partidario de seguir con el bloqueo- y los más posibilistas, que piden un acuerdo.
La cúpula ha decretado silencio sobre las negociaciones, algo de lo que ha advertido este lunes el ex presidente fugado: «Afrontar una negociación a través de declaraciones públicas no es nuestra opción. Quizá por eso, a medida que se acercan días decisivos, como este próximo 17, crece el nerviosismo y sube la subasta. Y se disparan las especulaciones», ha lanzado a través de sus redes sociales reclamando a los socialistas -sin mencionarlos- que tengan «paciencia, perseverancia y perspectiva».
Junts no tiene un especial interés en la Mesa del Congreso, pues considera que el Parlamento español no les representa. Pero quieren recibir ya respuesta sobre sus condiciones, la amnistía para los más de «4.000 represaliados» del procés y la celebración del referéndum de independencia. Dos exigencias que para los de Puigdemont son, al menos eso parece, irrenunciables.
En los últimos días pocas voces se han escuchado sobre el proceso negociador. Una ha sido la de Antoni Castellà, portavoz del autodenominado Consejo de la República que lidera Puigdemont desde Waterloo, y diputado de Junts. En una entrevista con Efe, Castellà retaba a Sánchez a negociar «el Brexit catalán» si quiere ser investido de nuevo presidente del Gobierno.
«La pelota la tienen en su tejado PSOE y PP», ya que son sus candidatos a la Moncloa los que deben decir si están dispuestos a abrir una negociación, no sobre más competencias autonómicas, sino sobre la «soberanía» de Cataluña, resaltaba el separatista. Castellà, que pertenece al sector independentista que reivindica con mayor vehemencia la vigencia del referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017, ha instado al PSOE a «cambiar el marco mental».